Estos tres términos se emplean indistintamente para denominar a las ventanas cuyo sistema de apertura de hoja es mediante un giro sobre el eje vertical apoyado en bisagras. Se trata del sistema más habitual puesto que tienen un sistema de cierre estanco que proporcionan un buen aislamiento térmico y acústico, y al mismo tiempo, al abrirlas, dejan libre todo el hueco facilitando de esta forma las tareas de ventilación y limpieza de cristales. El único inconveniente respecto de otros sistemas de apertura de ventanas, es el espacio que ocupa el barrido de la hoja al abrir la ventana.
El sistema de apertura denominado oscilante es similar al anterior pero el eje de giro es horizontal de tal forma que la hoja abre la parte de arriba girando sobre unas bisagras colocadas en el eje horizontal. Este sistema se suele colocar en aulas, donde no queremos que las ventanas se abran completamente evitando accidentes.
Si el sistema de apertura es proyectante, estamos con un eje de giro horizontal pero la apertura es por debajo y se suele utilizar en garajes y semisótanos donde las ventanas se tienen que colocar en altura para aprovechar el hueco al exterior y tienen difícil acceso para su apertura.
Ya conocemos entonces los sistemas de apertura abatible, batiente o practicable sobre un eje vertical y el oscilante y los proyectante sobre un eje horizontal.
Por ello, el sistema más útil y versátil a la hora de fabricar ventanas serán con un doble sistema de apertura para permitir la apertura en el eje vertical y en el horizontal y denominamos a estas ventanas oscilobatientes que significa que tiene un sistema de apertura practicable y a la vez oscilante.
Consúltanos cual es el sistema de apertura que más se ajusta a tus necesidades.