Se trata de un Centro Cultural Internacional desarrollado por el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer en torno a la ría de Avilés y que debido a su enorme tamaño y su predominante color blanco contrasta con la imagen antigua e industrializada de la ciudad. Con este proyecto de relevancia internacional, Niemeyer creó en la ciudad asturiana “Una plaza abierta a todo el mundo, un lugar para la educación, la cultura y la paz”.
La edificación del complejo cultural consta de cinco piezas independientes y a la vez complementarias, espacio para un auditorio, espacios polivalentes y diáfanos para exposiciones, una torre mirador sobre la ría, una cúpula de hormigón para el museo… Niemeyer lo concibió como curvas que componen el universo y lo integró entre las curvas sinuosas de la ría, las curvas de las montañas las olas del mar y las redondas nubes del cielo. Característicos también sus colores rojo amarillo y azul, colores primarios sobre la totalidad blanca de este maravillosos complejo arquitectónico.