Todos los grandes artistas de todos los tiempos han sabido ver las ventanas como una fuente de inspiración de sus obras, como un objeto de paso entre realidades. las ventanas en los cuadros ofrecen la posibilidad de comunicar el cuadro con otra realidad más allá de la nuestra y de la propia obra.
Muchacha en la ventana de Dalí refleja la imagen de su hermana Ana María, de espaldas y asomada al puerto de cadaqués a través de una ventana pintada en un óleo sobre cartón piedra.
Leonardo da Vinci representa en su última cena un gran ventanal al fondo que le proporciona a todos los detalles humanos un ambiente de reflexión de espacio natural.
Murillo, en su obra de Mujeres en la ventana nos ofrece un lienzo en el que son dos mujeres las que vemos como observan enigmáticamente lo que sucede en el otro lado de una ventana de madera.
El artista Caspar David nos ofrece una obra de una mujer apacible, también de espaldas frente al sol poniente en una ventana con una perspectiva muy frontal.
Y siguiendo con la perspectiva de mujeres asomadas a ventanas tenemos a Edward Hopper con con sol de la mañana en el que una mujer solitaria sentada en la cama se inspira con las vistas que le ofrece la ciudad a través de una ventana.
El arte de mirar a través de una ventana también nos lo ofrece Shaun Downey con sus cuadros en varias de sus pinturas realistas como espejos de un mundo más allá de la propia realidad de los cuadros.
Las ventanas se han convertido en parte del arte del mundo entero y ya no son un mero objeto arquitectónico sino que se trata de un simbolismo de iluminación, de observación y de sentimientos que evocan descanso, contemplación sueños y anhelos.