Dentro de los veinte mejores edificios de España del siglo XX nos encontramos un proyecto de Nieto Sobejano arquitectos. Se trata de un proyecto horizontal que destaca por el encuentro del edificio con el terreno, con una apariencia como que se pliega desde el suelo dibujando un perfil ascendente y descendente con tres cuerpos que albergan el auditorio, la sala de exposiciones y otras salas modulares conectadas a través de un vestíbulo común.
El aspecto exterior es el de un manto blanco que resplandece e interiormente deslumbra su luminosidad, debido a los techos de vidrio que introducen la luz natural en los amplios espacios. La belleza de esta arquitectura viene dada por la perfecta combinación de los vértices y los ángulos para manejar la iluminación y la utilización de paredes traslúcidas en fachadas, que alternan frentes acristalados y celosías metálicas lo que lleva a un diseño arquitectónico emblemático que destaca por su singular luminosidad.